
Alfredo de Jesús Blanco es el creador del prototipo del cuaderno y lápiz electrónico para personas con deficiencias visuales y auditivas. Fue profesor de inglés durante 18 años hasta que su visión se esfumó. Luego empezó a buscar la manera de ayudar a quienes enfrentan una discapacidad.
Inventor por consecuencia, Alfredo Blanco es el principal representante de la tiflo-tecnología en Venezuela. Nació en el estado Zulia en 1967, y vive en Caracas desde 1987. Quedó completamente ciego a los 42 años a causa del glaucoma, enfermedad que acabó con su vista progresivamente.
De su discapacidad surge la iniciativa de crear herramientas que faciliten la comunicación para personas con problemas visuales, auditivos y de habla. Sus primeros diseños, rústicos y sin mucha ciencia, fueron trabajados en madera por su hermano. Éstas reunían las características de codificación del lenguaje Braille.
Una tablita de madera más pequeña que un posa vasos y con varias cavidades era lo que Blanco imaginaba como un lápiz electrónico. Esta idea luego se convertiría en su prototipo de libreta y lápiz electrónico con un chip de voz y dos sistemas de lenguaje: Braille y PRD. El lenguaje PRD es una codificación diseñada por el mismo Alfredo Blanco. Tales creaciones hicieron que ganara el segundo lugar en el concurso Innovadores de América 2011 en el rubro “Educación”, y en Venezuela durante 2012 ganó como mejor proyecto de Emprendimiento Social en el Concurso Ideas.
Para este emprendedor no todo fue sencillo. Luego de certificar su proyecto en el Ministerio de Ciencias y Tecnología del país, Alfredo tuvo que recorrer las oficinas y recepciones de varias empresas buscando quien le brindara las herramientas para llevar adelante su idea. Hasta que un día Empresas Polar se comprometió con su proyecto, convirtiéndose en su principal patrocinante.
Contando con el apoyo financiero y humano, Alfredo empezó a buscar una manera de generar mayor impacto con su trabajo. Con ayuda de su hijo contactó en la Universidad Central de Venezuela a estudiantes de distintas carreras que colaboraron en la creación de estos dispositivos.
Blanco no pudo seguir desarrollando sus prototipos debido a las nuevas políticas que estableció el gobierno nacional. Sin embargo, él sigue emprendiendo. En los últimos años diseñó una calculadora y un punto de venta para invidentes, un teléfono que funciona con lenguaje braille y un identificador de billetes; todos impresos en 3D. También se ha dedicado a su fundación y a dictar charlas motivacionales. Conoce más sobre Alfredo Blanco a través de su página web http://www.puntoalfredodigital.com.ve